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CERCADO POR LA CORRUPCIÓN.

  Desde el mismo instante en que este malhadado personaje, el Gran Felón que habita en la Moncloa, llegó al poder, sólo ha tenido en su mente tres objetivos:   - Enfrentar a la sociedad española incitando al rencor con la pugna guerracivilista y social. - Trocear España. - Enriquecerse a toda velocidad.  A estas tres tareas se ha dedicado con entusiasmo, siendo difícil precisar en cuál de ellas ha puesto más empeño.  Las fuerzas actuales pro comunistas que nos malgobiernan están en contra del progreso y mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, y se autodefinen progresistas ; se oponen a la libertad y a la alternancia de los partidos de diferentes ideas políticas en el poder, y hablan de libertad ; son contrarios a la democracia en su totalitarismo, y proclaman que casi son los inventores de la misma.  Hoy, además, contemplamos a un Presidente imprevisible, fuera de control y totalmente desquiciado.  Un orate fullero en permanente huida hacia adelante. Todo como consecuencia del

LOS TERCIOS DE FLANDES, PRIMERA FUERZA DE INTERVENCIÓN INMEDIATA.

 



Los Tercios de Flandes, en su día acantonados en el sur de Italia y el Milanesado, fueron las primeras fuerzas de intervención inmediata que se conocen en la historia militar del mundo.

Por la ruta que se conocía como Camino Español, ejemplo de organización y rapidez en el traslado de soldados y pertrechos, hacían el recorrido desde Milán a Flandes - unos mil km de distancia - en menos de un mes.

En sus inicios y al frente de los mismos se encontraba Gonzalo Fernández de Córdoba, veterano distinguido en la Reconquista y en las guerras de Granada.

Pronto iba a demostrar su genio militar reorganizando la infantería española, equipándola de protección mayor con yelmos ligeros y corazas y, al mismo tiempo, de una mayor flexibilidad y rapidez de movimientos.

El armamento también presentó novedades importantes: la mitad portaban picas largas, un tercio lanzas cortas, jabalinas y el resto arcabuces, lo que les proporcionaba mayor superioridad en la movilidad sobre las filas más pesadas de los mercenarios suizos y lansquenetes.


La Cruz de Borgoña era su distintivo. 

La primera vez que se utilizó fue en la batalla de Pavía en 1525; procedía de las armas de Felipe “el Hermoso” de Habsburgo – casado con Juana de Castilla – que ostentaba esta cruz en los uniformes y banderas de su séquito. 


Más adelante, su hijo Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, la heredó y fue su emblema.

 

Otra de las reformas que acometió el Gran Capitán fue disminuir el tamaño de las compañías adaptándolas a las nuevas tácticas que dieron paso a las coronelías, formadas por cuatro compañías cada una de las cuales, a su vez, eran apoyadas por secciones de caballería ligera y artillería.

En el crisol de las guerras de Italia y Flandes se fundieron con éxito las innovaciones mencionadas además del valor, honor, sacrificio y firmeza de sus soldados, la mayor parte de ellos veteranos de las guerras de Granada y herederos de una larga tradición militar.

 

La Reconquista - que forjó sin duda el carácter español - constituyó una lucha por recuperar la unidad geográfica y política de España.

 

Fue al mismo tiempo una guerra de civilizaciones y religión; escuela de milicia singular donde el labrador, a la vez que preparaba sus aperos de labranza, se ceñía al cinto la espada con la que había de defender su terruño de las aceifas frecuentes de los musulmanes.


En ningún lugar del mundo conocido se produjo una lucha tan particular, tenaz y decisiva hasta que se logró expulsar al invasor.

 

Algo que al parecer aún no han perdonado. En sus delirios – apoyados desgraciadamente por parte de esa izquierda apátrida - siguen reclamando Al-Ándalus como tierra musulmana, como si el solar patrio cuando fue invadido por sus hordas, hubiese sido una tierra yerma y sin dueño.

Esos soldados fueron los mismos cuyas hazañas hoy todavía asombran al mundo por su conquista, evangelización y civilización de América, acabando con el canibalismo y los sacrificios humanos.

Dotándoles de leyes iguales para todos; una epopeya aún sin valorar adecuadamente.

Y, aunque en los llamados Tercios Viejos combatían italianos, suizos y alemanes - dependientes y propiedad de sus señores feudales - transferidos como mercenarios, el eje principal estaba formado por estos españoles que, nunca jamás, rehuyeron el combate cuerpo a cuerpo.

Los campos de batalla de Europa fueron el escenario de sus formas de combatir durante muchos años. Desde la batalla de Pavía a la anterior de Bicoca, donde la pica y el arcabuz demostraron su gran eficacia.

El nombre de Tercio es de procedencia dudosa y hay varias teorías al respecto, la primera es la que habla del origen romano de su nombre, al ser la Legión Tercia una de las acantonadas en España; otros autores, por el contrario, explican que se debe a los tres tipos de combatientes que los formaban: piqueros, arcabuceros y mosqueteros.


Los primeros, llamados Tercios Viejos, fueron los de Lombardía, Sicilia y Nápoles, siempre preparados e instruidos para la batalla, incluso en los momentos de paz relativa.

 

Inmediatamente después se crearon: el Tercio Viejo de Cerdeña y el Tercio de Galeras, convirtiéndose éste, como expongo al principio, en la primera unidad de Infantería de Marina del mundo.


Otros, llevarán los nombres de sus maestres de campo o del teatro de operaciones, serían los Tercios Nuevos.


PRINCIPALES VICTORIAS:

Son más de una decena, repasaremos las más decisivas e importantes.


Batalla de Bicoca; 27 de abril de 1522. 

Por un lado, el gran ejército franco-veneciano con más de 28.000 soldados, liderados por el general Odet de Cominges.

Por otro, uno de los Tercios con 18.000 infantes al mando del italiano Prospero Colonna, mercenario al servicio de España.

La victoria rotunda española, con poquísimas bajas y que precedió a la decisiva de Pavía, hizo que en español la palabra bicoca pasara a ser sinónimo de “cosa sencilla y fácil”.


Batalla de Pavía.

En 1524 Francisco I, con un imponente ejército llega a Italia dispuesto a recuperar el Milanesado. 

Antonio Leiva se encierra en Pavía pidiendo refuerzos. Carlos de Lannoy y el condestable de Borbón caminan a marchas forzadas en su socorro, acompañados del marqués de Pescara.

Frente a Pavía en el parque de Mirabello se decidió la contienda. Alençon y el marqués del Vasto resistieron las descargas de la artillería francesa. Sin embargo, Francisco I cree llegado el momento de actuar y manda a su caballería.

Los infantes españoles, aquellos arcabuceros vizcaínos, murcianos, gallegos y sevillanos, todos bajo la misma bandera resistieron y diezmaron los escuadrones. Antonio Leiva, enfermo y en litera, sale de Pavía y envuelve por la espalda al ejército francés.

El desastre ocasionado a las fuerzas francesas fue brutal, pereciendo la flor de la nobleza francesa y hasta el mismo rey francés fue hecho prisionero.

Recluido en Madrid en la Torre de los Lujanes, permaneció hasta 1526, firmando un tratado de paz por el que renunciaba a sus derechos sobre Nápoles, Flandes y Artois, cedía Milán y se comprometía a entregar Borgoña.


Batalla de San Quintín.

Los franceses invadieron Nápoles en 1557, la respuesta de Felipe II fue rápida y las tropas españolas formadas por más de 42.000 hombres, invaden Francia desde Flandes al mando de Manuel Filiberto, con Enrique de Guzmán, López de Acuña y el temido Tercio de Saboya bajo las órdenes del Maestre de Campo Alonso de Navarrete. 

La victoria fue aplastante; el ejército francés perdió más de 12.000 soldados y 6.000 fueron hechos prisioneros. Además, se capturaron 50 banderas y toda la artillería francesa. 

Para conmemorar la victoria Felipe II mandó construir el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, pues la batalla ocurrió el 10 de agosto, día de San Lorenzo.


Batalla de Empel.

Diciembre del año 1585. El conocido Milagro de Empel fue protagonizado por el Tercio Viejo de Zamora. 

Alrededor de 5.000 mil infantes españoles se vieron rodeados por la flota holandesa en la isla de Bommel. 

Felipe de Hohenlohe-Neuenstein les ofreció una rendición honrosa, el Maestre Francisco de Bobadilla respondió: 

«Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos».

Los holandeses – siguiendo su antigua tradición - abrieron los diques e inundaron la zona, los nuestros se reagruparon en el montecillo de Empel. 

Cavando una trinchera se encontraron una tabla con la imagen de la Virgen Inmaculada. 

Esa misma noche del 7 de diciembre se congelaron las aguas. Al amanecer del día 8 los españoles atacaron por sorpresa y obtuvieron una gran victoria.

Por tales acontecimientos y atribuyendo la victoria a la Inmaculada Concepción, fue proclamada Patrona de los Tercios; en el S. XVII de toda España; después del Ejército Español y, actualmente, del arma de Infantería.

Para concluir hay que contar que la galería de héroes, batallas y proezas que protagonizaron nuestros infantes en aquellos años fue infinita y daría para decenas de artículos, páginas plenas de valor y heroísmo encarnaron las virtudes militares del honor, sacrificio y lealtad suprema. 


Muchas veces mal pagados y otras mal vestidos, pero nunca se volvieron en sus motines – que los hubo – contra sus jefes.

 

Sería injusto concluir este artículo sin hablar en primer lugar, aunque sea someramente, de dos personajes inigualables: Alejandro Farnesio el “Rayo de la Guerra”, y D. Juan de Austria, tío del anterior, protagonista en la batalla de Lepanto y de conquistas fulgurantes en Flandes y Francia.

Tío y sobrino aniquilaron al ejército de los Estados Generales en la memorable batalla de Gembloux.

En segundo lugar, las letras y la espada estuvieron en estos tiempos muy relacionadas, soldados como: Garcilaso de la Vega – claro ejemplo del mestizaje español en américa - , Francisco de Aldana, Miguel de Cervantes; Pedro Calderón de la Barca y el “Fénix de los Ingenios” Lope de Vega, fueron combatientes en tierra y en mar en estos Tercios heroicos.

Desaparecieron oficialmente el 28 de septiembre de 1704.


Comentarios

Pepe ha dicho que…
Pepe gracias por tu lección de historia sobre los Tercios de Flandes en la que nos recuerda cosas que ya tenía más que olvidadas y otra que no sabía que es la batalla de BICOCA y que da lugar a una cosa sencilla aunque supongo que los que estuvieron en dicha batalla no la verían tan sencilla. Pepe enhorabuena y un abrazo
Lena ha dicho que…
Como siempre una gran lección de historia, una pena que esté olvidada para millones de españoles.
JUANJO ha dicho que…
SIEMPRE ESTOY ABIERTO A RECORDAR PARTE DE NUESTRA HISTORIA, QUE EL TIEMPO NOS HACE IR OLVIDANDO. QUE MEJOR FORMA DE TENER PRESENTE NUESTRA GRAN HISTORIA, CON ESTOS RELATOS TAN CERTEROS Y TAN CONCISOS. SIEMPRE ES PLACER LEERTE. UN ABRAZO.
Emperador ha dicho que…
Grande y maravillosa exposición sobre la mejor Infantería del mundo. Aquellos hombres eran valientes y ese valor desgraciadamente se ha perdido. Hoy vivimos en un mundo de gentes acomodadas y muchas pusilánimes que se hacen los ofendiditos por todo, peo que son incapaces de emprender grandes empresas y hazañas, aunque sean a nivel personal.
Cómo hemos cambiado.

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