Se habla muy a menudo de que a la
izquierda hay que ganarle la batalla cultural, pues sí, sin embargo, es igual
de cierto que si no se gana antes la batalla de la propaganda, es difícil e
inútil tratar de ganar esa lid, cuya ventaja y de largo es ya de la izquierda,
da igual cómo se califique, extrema, o simplemente izquierda.
Agitación y propaganda han sido los
pilares fundamentales de su estrategia, y aún están ahí.
Que esta izquierda, ramplona y vulgar
que padecemos, ha definido muy bien quiénes son sus principales enemigos lo
tenemos todos muy claro: la civilización Cristiana y Occidental y, en España, además
de todo lo anteriormente dicho, la vemos fanáticamente apátrida y furiosamente
antiespañola. Les asusta, amarga y desconcierta, pensar en nuestra historia,
tradiciones y valores.
Esto viene de largo, hablaré de ello en otro post. ¿Qué ocurre? Pues que como toda la progrez
occidental, se dedica y dedicará a socavar sus propios cimientos basados en el
Humanismo Cristiano, o simplemente en el Humanismo.
La lucha para cegar y ocultar el
pensamiento filosófico, desde Platón a Santo Tomás de Aquino y terminando en la
actualidad por William Lane Craig, por ejemplo, es constante; está
tan claro, que sólo hay que repasar los distintos proyectos llevados a cabo en
educación y que viene padeciendo España desde el año 1984, con la primera
reforma de los planes de estudio, a cargo del ínclito Rubalcaba.
Nada mejor – para gobernar marionetas -
que procurar disminuir los avances económicos, industriales y culturales, e ir
mermando las posibilidades del saber, del análisis abstracto, del pensamiento, y del conocimiento de la historia propia, animando a la ordinariez, la chabacanería y la ignorancia.
Tratar de desarraigar todo lo que conlleva un
mínimo esfuerzo, con disculpas absurdas e increíbles.
En un futuro próximo por ejemplo, ¿quiénes
van a ser los líderes políticos, quiénes nos van atender en los hospitales,
quiénes serán los que proyecten obras públicas, cómo habrán conseguido esos
títulos que les facultan?
Da miedo pensarlo, aunque hay una contestación muy
sencilla: los hijos de los que hoy los envían a estudiar al extranjero, EEUU, Reino
Unido o Suiza, sin ir más lejos y, ¿quiénes son? La prole de los que hacen
posible que los actuales planes de estudio y capacitación, sean una completa y
absoluta nulidad.
Ciegan y obstruyen además, algo de lo que
la izquierda siempre se ha ufanado, como es ni más ni menos la promoción
social, que el estudio y el esfuerzo han procurado hasta hace bien poco.
Los
mejores preparados, los más inteligentes y trabajadores ascendían en esa escala, superando en muchos casos la situación de sus padres.
Eso sí era
de verdad luchar por la igualdad de todos ante las leyes y la educación.
Eso sí era una conquista colectiva; cultivar, premiar y promocionar la sapiencia, el esfuerzo, y atender a que el
ciudadano medio y normal poseyera suficiente cultura, desarraigando así la
ignorancia, cuna de todo mal.
En pocas palabras, estos políticos, tan
“progresistas”, nos precipitan día a día hacia el rincón más oscuro de la
Historia, pues necesitan súbditos sin iniciativa alguna, pendientes, bien de una subvención, o de un puesto de trabajo en alguno de los muchos chiringuitos creados para este fin, que pagamos con nuestros impuestos y que nos arruina cada día, simples migajas de los que dominan el momento, obedientes borreguitos
enfrascados en pantallas de drogas y sexo. Nada mejor para tener un pueblo
cautivo y estúpidamente consumista.
Comentarios
Solo se tratará desde las escuelas, impidiendo que estos cafres dejen a nuestros niños con un electroencefalograma plano.
Paso a continuación a comentar el suyo.
Lo he borrado y creo qje así ha quedado subsanado
El modo en que se produjo la elección de Sánchez como candidato del PSOE, después del espectáculo bochornoso en Ferranz, no deja lugar a dudas.
Tampoco la velocidad en cómo se estan encadenando los dislates, traiciones e ilegalidades de esta banda que nos desgobierna. Hay cosas muy difíciles de improvisar.
La pregunta es, ¿por quién y con qué fines? Yo no lo tengo claro.
De Sánchez y sus tics del nuevo rico, que utiliza el Falcon y una flota inmensa de vehículos para cualquier desplazamiento, mejor no hablar.
Están en política claramente para usar y abusar de sus puestos, para uso y disfrute de unas canonjías que ni en sus mejores sueños podían imaginar. Han llegado como filibusteros que avariciosamente se afanan por el botín.