Buscar este blog
Blog de opinión donde actualidad, cultura e historia se dan la mano. Combatiendo la leyenda negra. J.D.A.
Destacados
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
TIEMPOS NEGROS.
El ciudadano - hostil con España - que está en la Moncloa amenaza con seguir otros cuatro años más.
No sólo es por el uso y abuso del Falcon, algo que se ha convertido ya en leyenda. Los motivos son varios. El primero es el recelo a tener que rendir cuentas. Su lista de delitos, traiciones y abusos es tan extensa que hará falta un dosier de varios volúmenes para recoger y exponer todas sus “hazañas”.
Pero no solamente hablamos de esas arbitrariedades. Son incontables los casos
flagrantes de un nepotismo abultado, gigantesco y desbordante que han convertido
sus mandatos en una especie de Alta Oficina de Colocación, donde familiares
amigos y allegados se han visto premiados - y de qué manera - por la “gracia” monclovita.
Y, no, no hay límites para este despojo humano deslumbrado en su hedonismo enfermizo y, mucho menos si le dan nuevamente opción a formar, con toda la carroña política racista y excluyente, incluido un prófugo de la justicia, un nuevo desgobierno Frankenstein.
Dará y cederá TODO lo que
exijan estos grupos minúsculos que suponen menos del 7 % de los votos totales
emitidos en España.
Con toda injusticia serán una vez más los que decidan que rumbo seguirá nuestra nación.
Todo por obra y
gracia del mayor traidor de todos los tiempos, pasados, presentes y futuros.
Padecemos un sistema injusto, desproporcionado y
absolutamente antidemocrático. Unas normas que desprecian absolutamente el concepto de una persona un voto.
Si esta anormalidad perjudicara a la izquierda, como lo está haciendo a la derecha, hace ya varios años que este perverso
sistema, que premia de forma absolutamente desproporcionada a unas determinadas
minorías, se habría cambiado.
Tal y como están las cosas preparémonos para ver y soportar las
mayores felonías, concesiones vergonzosas y humillantes, ilegalidades de todo
tipo, transgresiones continuas y permanentes de leyes, normas y reglamentos. Y,
aunque pudiera parecer que nuestra capacidad de asombro ya estaba saturada, por todo
lo ocurrido en la legislatura anterior, nos volveremos a asombrar al evidenciar
que este majadero y canallesco personaje carece de límites para perpetrar sus tropelías y desatinos.
Un despojo moral, un escombro ético es en lo que se ha convertido
este rapabolsas de la política, transformando esta actividad netamente humana, por
obra y gracia de su traición y perfidia permanentes, en una trama negra,
mugrienta, despreciable e innoble.
Tan sólo hay una regla,
siempre y cuando ésta favorezca sus atropellos y traiciones: QUE NO HAY REGLAS.
Todo estará supeditado a lo que le dicten los delincuentes
habituales que le extorsionan y escoltan, y del que obtienen
cuantiosas ventajas sobre el resto de ciudadanos.
Delincuentes, por otra parte, de los más canallas que se puedan encontrar en cualquier presidio de alta seguridad: íntimos de genocidas etarras a los que jalean y vitorean en los homenajes que, enfermos de alma y cuerpo, regalan a estos cuando son excarcelados; golpistas rapaces que defraudan y malversan a manos llenas; despiadados antidemócratas de la más variada especie, donde diferentes tribus de comunistas travestidos tienen su asiento.
De estos creo que no
hace falta decir que su credo miserable y totalitario ha causado, desde su
irrupción en el mundo, más de cien millones de muertos, amén de caos, ruina,
sufrimientos infinitos y pobreza sin límites.
Veremos de nuevo a este trapo sucio y repulsivo humillarse
sin desdoro alguno y hasta la extenuación ante los odiadores de España que lo
estrujarán sin contemplaciones, resquebrajando y arruinando la base de nuestra
convivencia y los cimientos de esta España inmortal.
Asistirá, entre lelo y gozoso, con esa sonrisa de hipócrita
profesional que oscila entre caballuna y cantinflesca al asalto, desgarro, quiebra de leyes, demarcaciones o reglas que sean exigidos por la insidia intolerante y racista que todos
conocemos.
Consentirá y animará la perversión de cualquier cosa que estorbe o se oponga a los planes que dicten sus particulares socios de desgobierno. El desmembramiento territorial y la invalidez de facto de la Constitución de 1978, serán unas de sus primeras exigencias, y se retorcerán leyes para promulgar la amnistía de estos golfos.
Toda una orgía macabra en la que esas hienas
cobardes se reunirán para despedazar la Patria común, hipando temerosas, sucias y repulsivas, arrastrando después su botín mientras él actúa de oficiante del banquete siniestro.
Sin duda condonará la deuda de Cataluña que en el primer
trimestre de este año ascendía ya a 85.456 millones de €, de los cuales,
71.306, lo son con el Estado “opresor”.
Una cantidad pavorosa que, curiosamente, no se ha reflejado
en absoluto en la mejora de los servicios públicos de esa comunidad. El monto
mayor se ha dedicado, se dedica y se dedicará al “procés”, a sus embajaditas, plenas de
enchufados, y a subvencionar las organizaciones separatistas que
pululan y se multiplican como hongos a costa de arruinar al resto de
españoles.
Está claro que, además de ser un cáncer para el Estado, el
separatismo constituye un modo de vida que anima a la vagancia, al parasitismo y a ejercer la violencia dentro de la propia comunidad, donde sueldos, chollos y demás momios y sinecuras son regalados sin esfuerzo alguno.
Al fin y al cabo, “el dinero público no es de nadie” y ahí
está él para actuar con la largueza necesaria, escamoteando caudales públicos a
favor de quienes le aúpen al poder a costa de la sufrida clase media española. Una
clase media cuyo volumen adelgaza y va a menos cada instante que pasa en la
Moncloa este estandarte del fraude, deshonor y patraña permanentes.
Hay que recordarlo cada poco: el resultado de las elecciones
pasadas le ha dado un cheque en blanco, aunque el mismo esté manchado con la
sangre de las víctimas asesinadas por la ETA; el robo de los desfalcos racistas, y el delito
gravísimo que cuestiona la existencia propia de la nación, como fue el golpe de estado de 2017, que el Rey saliendo a la palestra desmontó.
Si en la anterior legislatura actuaba de vez en cuando con
cierta cautela, en lo referente a la promulgación de decretos, leyes y
decisiones arbitrarias, ahora, desmelenado y con la complicidad de diversos
estamentos fundamentales entre los que se encuentran la Fiscalía General del
Estado y el Tribunal Constitucional, no habrá dique, compuerta ni frontera, por
muy sagradas que éstas sean, que no sobrepase, ni derecho ciudadano alguno que
no se atreva a pisotear.
Somos muchos los que tenemos la certeza de que las cosas van a ir discurriendo más o menos así, la gran incógnita que se nos presenta a todos los españoles es:
¿Qué va a hacer la derecha para tratar de neutralizar todo lo que se nos viene encima?
¿Sabrá jugar con audacia, firmeza y a cara de perro, sin concesiones a la galería, sus cartas en el Senado y en las comunidades donde gobierna?
¿Estará dispuesto,
sobre todo Feijoo, a plantar cara y a no dar cuartel a esta izquierda que
planea junto a los separatistas de siempre, llevarnos a la disolución como
nación y que encima se jactan de ello?
Pronto lo veremos.
Entradas populares
EXÁMEN, REARME Y CONCLUSIÓN.
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
DESPOTISMO ILETRADO.
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Tu crees que lo aceptarían? Pues yo creo que no. Porque a ver como subsisten. Si no podrán pagar a sus políticos, sus pensiones y en general a todos esos gastos superfluos.
En fin, una partida difícil de jugar.
En cuanto a las preguntas finales,mirespuesta es negativa a todo.
Por favor, al quien me puede explicar... Pongo en contexto ... En los mítines de MAS no había ni gatos, en los del PSOE traían autobuses y regalaban bocadillos, en los del PP llenos, en los de VOX a reventar, los votos los cuentan los de siempre, los vigila un solo guardia de seguridad dos días antes de jubilarse aunque de ello dependa nuestro futuro. Salen los resultados que salen y nadie protesta, reivindica, se cuestiona....quien da las ordenes aquí para que todo esté tan callado?
Después de estas trágicas elecciones en que el pueblo español, por mayoría, ha aprobado todo lo que ha hecho este gobierno demencial que controla desde la fiscalía al Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, que dilapida nuestros impuestos en amiguismos y en tradiciones; no veo a nadie que diga: vamos a manifestarnos toda la España de españoles de bien para constantemente golpear al estado opresor. No veo nada de eso, solo veo que el español es indolente. Parece que le importa un pito absolutamente todo lo que pasa. El español se va de vacaciones, el español bebe cervecitas. El español a lo máximo que llega es a comentar como aquí, lo mal que está todo; pero seguimos igual. No hay nada que el español haga. Entonces ¿ qué nos quejamos? Tenemos lo que hemos votado. Seguiremos otros 4 años con la chulería de quien sabiendo que haga lo que haga aquí no pasará nada. Y Bruselas es una risa que ampara sus fechorías. O hay alguien con fuerza y para esto ( el PP es una fuerza inútil que no tiene idea de cómo parar a PS ni se sabe que política tiene. Da risa siniestra ver los bandazos que va dando y como su estupidez, como en Cantabria manteniendo a una infiltrada de Podemos, o en Murcia en pelea con VOX) y que solo consiguió que la gente votase otras cosas.
Y
Estamos solos y desamparados así que o asaltamos el poder de verdad o nos acurrucamos y esperamos que llegue La Parca dejando de que llegue el Stalin II o dejamos de pagar TODOS impuestos. Si les quitamos el combustible se parara su maquinaria.
Yo, lo veo fatal y cada día con menos posibilidades de que esto cambie. Cada día me siento menos español. Esta no es mi España No me siento a gusto con mas de la mitad que vota como vota y la incultura ramplona existente atufante y falta de reflexión.
En estos momentos, la dinámica política española apunta a una deriva totalitaria de consecuencias imprevisibles. Hasta tal punto lo veo mal, que, sinceramente, prefiero que el TC consiga arrebatar un diputado al PP y que Sánchez pueda gobernar con la abstención de Junts, evitándose la amnistía de los delincuentes independentistas.
De no ser así, mucho me temo que Sánchez no optará por repetir elecciones sino por amnistiar, lo que supondrá el fin de la democracia.
SOLAMENTE una gran movilización civil bien estructurada y fundamentada podrá detener a semejante sujeto, pero se necesitaría el antiguo espíritu Español que ya no existe