DETERIORO MENTAL O MALDAD.

 

No hay día que pase sin una nueva conmoción en nuestra democracia, sin un nuevo atentado para acabar de anularla y convertirla en una dictadura de izquierdas gobernada por este felón impenitente.

Descaradamente ya y sin cortedad alguna, quiere emular a Largo Caballero, personaje que confiesa que admira.

No va a parar ante nada. Una vez a su merced la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Constitucional, parece que planea hacerse también con la mayoría en el CGPJ.

Estamos asistiendo a la voladura de la Constitución y de nuestro Estado de Derecho por la misma persona que debería velar celosamente por cumplir y hacer cumplir sus normas y leyes por encima de cualquier interés particular.

Sus cuates trabajan a toda máquina para hacer lo negro blanco y lo blanco negro, tratando de que aparezca como normal la traición de este ser despreciable.

 

Hace tiempo que la democracia en España y la igualdad de los ciudadanos ante las leyes, brilla por su ausencia.

 

Aunque la Ley y el sometimiento a la misma de todos constituya en las naciones democráticas la garantía plena de libertades y derechos hoy, y de modo asombroso, esa norma es puesta en duda – que ya es el colmo de la traición a propios y extraños - por el mismo presidente de este desgobierno de traidores, ganapanes y nepotistas, que han llegado a la política para romper y saquear el Estado.

Siguiendo con ese desprecio a las normas legales, la Presidencia del Congreso ha inaugurado un nuevo método en el hemiciclo, eso sí muy “progresista y democrático”, en el uso de las lenguas que se hablan en España. Se aplicó la norma sin proposiciones, debates previos ni votaciones.

Como están seguros que van a sacar adelante tal proposición para qué perder el tiempo, pelillos a la mar…

Ante este nuevo atropello antidemocrático, asombra el silencio vergonzoso de tantos medios de comunicación que se han puesto, una vez más, al servicio de este desgobierno ante una nueva maniobra clarísima de totalitarismo y arbitrariedad.

 

Si estos métodos no son los típicos de una DICTADURA COMUNISTA BOLIVARIANA, díganme qué son.

 

Además, lejos de solucionar los problemas que nos acechan y agobian, este mentecato, este gran falsario, este personaje infatuado e indigno, desacreditado hasta la saciedad y en aras de su ambición enfermiza y psicopática por permanecer en la presidencia del Gobierno, está sacrificando y rompiendo todos los lazos que nos unen: paz social, justicia, ruptura total de la relativa igualdad de los ciudadanos ante la ley, libertad, sosiego, concordia, economía, presente y futuro de nuestra nación y cualquier otra cosa que se interponga a sus deseos. 

 

Una mente malsana que le impide ver la realidad, e indiferente a los males que nos puedan acarrear sus planes perversos.

 

Los psicópatas, y hay que decirlo hasta la saciedad, suelen anteponer sus ambiciones personales a la realidad, una realidad de la que huyen permanentemente, mostrando una abulia despectiva ante los sufrimientos, caos, renuncias y privaciones que provocan en el resto de ciudadanos.

Tal y como están discurriendo los acontecimientos las preguntas se agolpan:

¿Qué más tiene que ocurrir para que toda la sociedad, en su conjunto, reaccione ante tanto disparate?

La acomodación y el mirar para otro sitio de instancias, asociaciones y partidos políticos, para no hacer frente con todo lo que les permite la ley a este desastre anunciado es clamorosa, tardía y siempre a remolque, sin iniciativa, sin pulso.  

Por mucho menos la UGT de Nicolás Redondo Urbieta, le montó a Felipe González dos huelgas generales.

Igualmente me pregunto si de verdad este supuesto Estado Democrático y de Derecho, tiene todavía suficientes recursos legales para hacer fracasar de sus propósitos a este elemento nocivo para España y sus ciudadanos; para frenar en seco la cadena de dislates antidemocráticos.

Siguiendo con las preguntas, reflexiono si de verdad van a servir para algo las declaraciones de los socialistas de pro que están desfilando en estos días por los medios mostrando su disconformidad y dando conferencias llenas de razón para dar al traste con los planes de este majadero, y del disparate diseñado en su genuflexión cobarde y mezquina ante un prófugo de la justicia; ante un cobarde mascarón sin más mérito que el de haber huido en el maletero de un coche para librarse de unos meses de cárcel.

Y llega otra reflexión, si con todo lo que está pasando y llegado el momento, todos los socialistas del grupo parlamentario del Congreso, incluidos los del hablador Page, y del ahora ofendido Lambán, votan a favor de la disolución de nuestro orden constitucional y del sistema que nos dimos los españoles en uno de los momentos mejores de nuestra ya larguísima historia, como fue el iniciado en el momento de la Transición cuando dijimos SÍ masivamente a nuestra Carta Magna, veremos claramente que sólo hay fidelidad de partido, de secta y, el amor a España, a los españoles y al bien común no existe, y es todo una tapadera para sus chanchullos. 

 

APROBAR LA LEY DE AMNISTIA SIGNIFICA LA RUPTURA TOTAL Y ABSOLUTA DE NUESTRA DEMOCRACIA.

 

La Constitución a este secuaz del Mal le enferma. Ha enloquecido en sus ansias de precipitarnos a una tercera república totalitaria de corte bolivariano.  

Con lo que está ocurriendo y pase lo que pase, tanto como si este desalmado se sale con la suya  - supongo que no gratuitamente para los ciudadanos – como si sus planes son anulados y es puesto a disposición de los tribunales como reo de alta traición, el daño institucional y el desastre social producido ya en toda España - especialmente en Cataluña, la mitad enferma de fanatismo rabioso, mentiras y odio - será irreparable y de tal calibre, dado el deterioro ocasionado a la convivencia en todos los ámbitos, que se tardará mucho tiempo en recuperar una normalidad aceptable.

La única solución es que los españoles tuviéramos la dicha de contar en un futuro próximo con un Gobierno - posterior a este desalmado - con las ideas claras, suficiente mayoría y mano firme para poner en marcha - SI LA SITUACIÓN LO REQUIRIERA - la aplicación en toda su amplitud y sin complejos el Art. 155 constitucional, al modo de como lo hizo el Reino Unido con Irlanda del Norte en cuatro ocasiones.

Naturalmente habría que controlar de forma exhaustiva los gastos de la Generalidad, fiscalizando los medios que actualmente se usan en propaganda, odio y división. Puesto esto en marcha, el nacionalismo, tal y como existe ahora mismo se extinguiría en su mayor parte en menos tiempo del que nadie pueda pensar.

Si se hiciera con determinación y aplicando las leyes que nos dimos los españoles para situaciones excepcionales, como la que estamos viviendo, no solamente se acabarían los abusos de estos ventajistas, acostumbrados desde hace demasiado tiempo a ignorar leyes y normas que son dictadas para todos, sino que los dirigentes de otras comunidades muy dadas a las primacías, privilegios y chollos, porque ellos lo valen, se tentarían la ropa.  

Y, para terminar: hay un par de preguntas más que me rondan la cabeza e inquietan profundamente y que quiero resaltar: 

Una ¿Por qué está tensando tanto la cuerda?

Dos ¿Las últimas actuaciones y declaraciones de Sánchez, que constituyen la voladura de nuestro Estado de Derecho, están provocadas por su ambición desbocada, o hay alguna cosa más inconfesable?

Si no hay nada oculto y todo está claro, su ambición le ha jugado una mala pasada, se ha vuelto loco y, como poco, necesita internamiento psiquiátrico.