Destacados

Y, DE NUEVO, LLEGÓ ZAPATERO.


Lo que no habían logrado las bandas terroristas: ETA, FRAP y GRAPO, con sus orgías de sangre inocente, amenazas y extorsiones, lo consiguió Zapatero al acceder al poder a raíz del atentado 
del 11-M, hecho aún no aclarado enteramente, desempolvando lo más siniestro que guardaba el alma española.

Utilizando, como siempre sabe hacer la izquierda, una tragedia, accedió a la presidencia de Gobierno dando a continuación oxígeno a una ETA agonizante, y alas a un nacionalismo catalán que se encontraba en uno de sus peores momentos.

Sus traiciones políticas de división y enfrentamiento entre los ciudadanos, que habrían podído dar al traste con lo logrado durante la etapa de la llamada Transición, todavía se recuerdan.

No sólo apostó por blanquear el terror, sino que, en su maldad e idea totalitaria de la política, trató por todos los medios de aislar del escenario político a más de la mitad de los ciudadanos que votaban a la derecha, para así, de la mano de la peor calaña de la ciudadanía tratar de perpetuarse en el poder. 

El llamado pacto del Tinell así lo corrobora. 

Llegados a este punto creo que ha llegado el momento de hacer un pequeño resumen de los antecedentes, para refrescar la memoria de los despistados y para que los olvidadizos recuerden lo que pasó, ahora que este individuo nefasto, tétrico y despreciable, vuelve a aparecer de manera destacada, al servicio del sanchismo más recalcitrante y de la izquierda más extrema. 

Es muy interesante recordar como sucedieron los hechos de la llegada y puesta en marcha de nuestro sistema democrático, ya que, el PSOE, pretende arrogarse el protagonismo de su instauración. 

Acabado el franquismo, España en 1976 era una nación en la que sus ciudadanos miraban con ilusión el presente, tenían puestas sus esperanzas en el futuro, y se habían perdonado el pasado. 

Predominaban enormes deseos de paz y concordia, de pasar página y de la normalización democrática, en todas las capas de la sociedad.

Fuimos capaces, todos, de hacer una transición ejemplar, aunque no exenta de complicaciones, pero que salió bien, con cuatro actores fundamentales: 

- Las Cortes franquistas que, abdicando de su posición absoluta de poder, dieron trámite a la Ley de Reforma Democrática aprobada en noviembre de 1976. 

Ratificada por un referéndum celebrado el 15 de diciembre del mismo año, donde obtuvo más del 94 % de apoyo popular.

Demostrando una vez más que de una dictadura de derechas se puede salir sin violencia. 

No ocurre nada parecido con una de izquierdas. El ejemplo más reciente lo tenemos en Venezuela, con un Maduro enquistado en el poder y sin aceptar el resultado de las urnas.

- Torcuato Fernández Miranda; personaje imprescindible, sus palabras: “de la Ley a la Ley”, indicaron siempre una manera de hacer política, legal, clara y directa.

- Suárez, encargado de llevar a cabo la Transición.

- Y por último y no menos importante, la labor de apoyo imprescindible del Rey D. Juan Carlos I. 

Incluso Santiago Carrillo, olvidado ya Paracuellos, puso su empeño en que la nave llegase a buen puerto.

El Estado de Derecho había vencido y había sabido capear, con el sacrificio de todos, los momentos más delicados de nuestra andadura democrática.

Y no fue fácil, porque la extrema izquierda se oponía a ese camino. Fueron los años de plomo, con acciones que trataban de boicotear lo emprendido. 

Años espantosos de asesinatos y atentados de la ETA. El terror provocó más de 850 víctimas mortales entre nuestras FCSE, militares y un largo etc., además de múltiples heridos, mutilados y chantajeados. 

Hubo que pagar un precio muy alto con un sacrificio generoso y heroico, dolorosísimo y, cómo no, sangriento. Vaya mi reconocimiento absoluto a todos todos estos héroes.

Y entonces apareció Zapatero, cuando una ciudadanía aún espantada por los últimos acontecimientos todavía pensaba que, pese a todo, la izquierda y los nacionalistas serían leales a la democracia, a la Constitución y a las leyes. Nada más alejado de la realidad. 

Este infausto y malvado personaje, de forma inmisericorde se esforzó en polarizar la sociedad y todo cambió.

La izquierda ha sabido usar la democracia como trampolín para llegar al poder, a continuación ha enfrentado a los ciudadanos despertando envidia, frustración y violencia.

Después, con la demagogia que le caracteriza, va restringiendo todas las libertades para quedarse de forma perenne en el poder.

Todo ello mientras, personalmemte, se hacen con verdaderas fortunas, corrompiendo hasta los cimientos de las instituciones. 

Se empeñó en resucitar el rencor y lo peor que dormía en el fondo de los españoles, rememoró historias pasadas de una forma sectaria y partidista, ocultando aquellos episodios contrarios a sus argumentos. 

Promulgó la mal llamada Ley de la Memoria Histórica, sectaria, unidireccional y absolutamente antidemocrática.

Durante su mandato España se hundió económicamente. El bono español fue considerado bono basura, no contento con todo esto vendió ingentes cantidades de oro de las reservas del BE.

Quebraron las cajas de ahorros al estar manejados sus consejos de dirección por políticos. No quebró la banca privada.

Hoy, a este turbio personaje lo vemos como condimento de muchos los platos. Lo mismo se arrodilla ante Puigdemont, adula perrunamente a Maduro, o está sonriendo ante el nuevo mandarín de China. 

Nada bueno puede estar pasando si, además de Sánchez, este personaje hace de nuevo su aparición. 

Sirva de recordatorio todo lo sucedido y la alerta que produce verlo de nuevo zascandilear.

Hoy, en Sánchez, vemos su auténtico alter ego.

Que el PP se tiente la ropa, si ahora una de las metas del inquilino de La Moncloa y sus secuaces es la de aislar a VOXhablando de la extrema derecha, a la primera ocasión que tengan tratarán de hacer lo mismo que hizo en su día Zapatero: aislar a los dos partidos y echarlos de las instituciones. 

En éste seguimos viendo que sus principales acciones de Gobierno consisten fundamentalmente en promulgar leyes que den por válida una Amnistía particular y anticonstitucional a todas las luces, además de su desesperación en pergeñar otras que salven a Begoña, que es salvarse él, de los juicios que se les vienen encima.

Ha recogido el testigo de aquel proyecto cainita y totalitario de Zapatero, en el que la izquierda no piensa abandonar el poder, aunque el Ejecutivo esté paralizado en el Congreso e incapaz de aprobar, desde hace tres años ya los PGE, y muchas leyes continúen empantanadas por falta de apoyos.

Todo ello a pesar de tener al país dividido profundamente, la inflación de los alimentos disparada, y no dar ninguna solución al problema de la vivienda, como no sea el de la ocupación, por no hablar de una inmigración descontrolada. 

Pues a pesar de todo ello, más los múltiples casos de corrupción que apuntan además a una financiación irregular del PSOE, ahí sigue, con un escudero nefasto, Zapatero.

Está acorralado y su única salida es continuar con una huida desesperada hacia adelante, pase lo que pase y suceda lo que suceda. 

No piensa dimitir y, a estas alturas visto lo visto, no está nada claro que convoque elecciones en tiempo y forma. 


Comentarios

Emperador ha dicho que…
Todos recordamos al infausto Zapatiesto, perverso aparentemente pero con un punto de bobería solemne, (Rajoy dixit). Ahora se ha espabilado y compite en maldad con Su Sanchidad, que no deja de ser sino su alumno aventajado.
Con el innombrable que advino al poder tras el 11-M comenzó la definitiva ruptura de España con sus dádivas a separatistas, además de sus negociaciones con ETA. Bien dices, con él se empezó la división entre españoles. Basta recordar aquella famosa frase “Nos conviene que haya tensión”.
Y vaya que la hubo. Y vaya que la hay ahora.

Entradas populares