PROGRESISMO: FRENAZO Y MARCHA ATRÁS.

Actualizado el 25/04/2025, A LAS 11: 30 h.

El título de este post trata de reflejar el panorama que vivimos con una administración, dizque progresista, y lo que entiende como tal forma de gobierno. Sin duda alguna, muy pocas instituciones le son ahora mismo ajenas y quedan fuera de su influencia y dirección, con lo que se está cumpliendo el anhelo de la izquierda de instaurar un régimen totalitario.

Si nos atenemos a la definición de totalitarismo que hace la RAE, leemos lo siguiente:

“Doctrina y regímenes políticos, desarrollados durante el siglo XX, en los que el Estado concentra todos los poderes en un partido único y controla coactivamente las relaciones sociales bajo una sola ideología oficial”.

Al mismo tiempo se advierte su desprecio y miedo a comparecer en el Parlamento; una práctica absolutamente totalitaria y antidemocrática que ya se va convirtiendo en habitual.

Entre los objetivos de este desgobierno, enemigo de España, están: anular la democracia, la Constitución y hacer una consulta popular para cargarse la Monarquía. Son los tres obstáculos que aún le impiden ejercer totalmente su dictadura. 

Hoy, vemos cómo este Ejecutivo – sin dar tregua – ha ido parasitando todos y cada uno de los organismos de mayor peso e influencia del Estado y de nuestro sistema democrático. 

Toda una anomalía llamativa y excepcional si nos comparamos con el resto de naciones vecinas. 

Lista de instituciones y empresas controladas por el desgobierno. 

Para conocer cómo hemos llegado hasta aquí, es necesario remontarnos al año 2004.

Vivimos actualmente las consecuencias de un suceso que trastocó nuestro presente, cambió drásticamente el rumbo de nuestro futuro, y nos viene arrastrando desde la más absoluta perversidad a la división, al caos, al enfrentamiento social, al ninguneo internacional, y a mirar sólo hacia atrás sin un ápice de esperanza ni de perspectiva de futuro.

No es que anteriormente a la fecha clave el mundo que nos rodeaba fuera de color de rosa, pero la relativa seguridad que percibíamos en el desarrollo del tiempo inmediato era la tónica general.

¿Cuándo se produjo ese frenazo brutal y traumático en el desarrollo político, social y económico de nuestra sociedad?

Todos recordaremos una fecha infausta. El día del gran estremecimiento social, de la tolvanera más desquiciada, del horror más intenso, despiadado y tremendo que hubiéramos podido imaginar. 

Como muchos habrán intuido me estoy refiriendo a aquel fatídico, aciago y ominoso, 11-M.

Fue el día de GRAN FRENAZO al devenir histórico de nuestra nación. 

Tan es así, que en un futuro los libros de Historia, para referirse a nuestra época, harán una división clara: 

ANTES del 11-M, y DESPUÉS del 11-M.

Fue a partir de esa conmoción terrible, aún no aclarada totalmente, cuando se conjuraron todos nuestros enemigos – internos y externos – para dar por finiquitado un tiempo que vivíamos de bonanza económica, prestigio internacional y mejora social.

Estábamos en la vanguardia de la creación de empleo de toda la UE; nuestras libertades seguían desarrollándose, respetados internacionalmente y se contaba con nosotros como aliados fiables; la ETA acorralada, desarbolada, tenía sus principales comandos en presidio, huidos o sin posibilidad de actuar.

Herri Bastasuna había sido declarada, por los tribunales de la UE, organización terrorista y todo su entramado agonizaba.

 

PERO… LLEGÓ ZP. 

Si el 11-M significó un frenazo traumático para nuestra sociedad e instituciones, con la entrada en escena de este mefistofélico personaje comenzó la lenta, inexorable y destructiva marcha atrás. 

Desde ese infausto y doloroso instante España, como nación occidental, como democracia, comenzó un viaje de no retorno por mor de una política regresiva en todos los sentidos, protagonizada por un sujeto vil y despreciable, bobalicón ampuloso y agente mercenario de lo peor del bolivarianismo, repleto de iniquidad y traición, equipado con una mochila desbordada de odio, revanchas, bellaquerías e infamias.

Entre una de sus numerosas “hazañas” estuvo la paralización del Plan Hidrológico Nacional. 

El mismo interconectaba las cuencas fluviales importantes, además de aprovechar el agua que actualmente se arroja al mar – en año de normalidad pluviométrica más de 6.000 Hm3 – por la desembocadura del Ebro.

Con el mismo se pretendía paliar la sequía ancestral que sufre la agricultura del Levante español y de algunas zonas de Andalucía y que hubiera evitado, con total seguridad, el desastre que la última Dana ocasionó en Valencia, Andalucía y Castilla La Mancha.

Con las canalizaciones previstas se pretendía regular las avalanchas de agua que las lluvias – como viene ocurriendo desde tiempo inmemorial en esta región - podrían provocar y que, con toda seguridad, si esto no se remedia, antes o después volverá a ocurrir. 

Estaba en marcha y durante la ejecución del mismo estaba planeada y prevista la construcción del embalse de Cheste, así como las obras de acondicionamiento y canalización del barranco del Poyo. 

De igual modo había pasado los informes pertinentes y favorables de impacto ecológico, y su financiación corría a cargo de la UE.

Este necio con ínfulas, podrido hasta la saciedad y malvado, vuelve a ser actualmente la guinda de cualquier pastel macabro que se esté cociendo y aparece en los lugares más turbios y siniestros para nuestros intereses, acompañando o negociando con los personajes más siniestros y criminales.

El aborrecimiento que sentía el pueblo español ante tan nefasto personaje se reflejó en las elecciones legislativas de 2011, donde el PSOE – Rubalcaba lo retiró como candidato de las mismas unos meses antes - se hundió hasta los 110 diputados, mientras el PP de Rajoy obtenía 186 escaños.

Una victoria rotunda y contundente que, sin embargo, y por desgracia, no sirvió para enderezar el desastre institucional que habíamos sufrido durante las dos  legislaturas de ZP. 

Rajoy, ante la sorpresa, irritación y desencanto de muchos, no rectificó ni una sola de las leyes ideológicas que se promulgaron en el gobierno anterior, a pesar de esa mayoría absoluta. 

Otro personaje nefasto que fue desbancado por una moción de censura, donde la inexactitud, la mentira y el añadido falso de algunos argumentos fue decisiva.

Aquel tiempo de ZP parecía que había pasado y pensábamos que nadie lo superaría en sus traiciones y disparates; que esa pesadilla de estupidez, maldad, ineficacia y desatinos habían terminado.

Nos estábamos equivocando, ha sido superado por el actual presidente que ha empequeñecido los despropósitos de ZP.

Pero no está sólo, va escoltado por dos personajes inseparables donde se condensan las esencias más turbias y perniciosas de la vida política:

Junto a él están Cándido Conde-Pumpido y Álvaro García-Ortiz.

Curiosamente los tres están bordeando peligrosamente, si no las han rebasado ya, las normas que nos rigen, y pueden acabar siendo juzgados.

ZP y Conde-Pumpido son viejos conocidos, ambos fueron protagonistas del blanqueamiento de la ETA.

Más tarde vivimos el Pacto del Tinell y las maniobras pérfidas y absolutamente antidemocráticas que trataron de establecer un cordón sanitario para excluir a la derecha del juego político. 

Es el viejo sueño de cualquier dictador: privar a la oposición de participar en la vida democrática. El PSOE volverá a intentarlo en cuanto tenga la más mínima oportunidad.

Por todo lo expuesto y ante este panorama desolador, la única esperanza, el único escudo, la barrera y defensa que nos quedan es ver cómo se aplican sin complejo ni excepciones las leyes.

Comprobar cómo la labor del Poder Judicial, en sus distintas salas, no se está dejando amilanar ni arrinconar, a pesar de los continuos ataques y al intento del desgobierno de fabricar, por la vía de urgencia, jueces ad hoc para esquivar sus responsabilidades penales.

Hemos sido testigos de cómo se han enseñoreado de la FGE y del TC, por tanto y sin duda, veremos todo tipo de maniobras, artimañas, fraudes de ley y trácalas para escapar de sus delitos.

El poder omnipresente de todo un Estado está trabajando febrilmente con la orden de salvar al Gran Felón del piélago de corrupción que le atosiga y rodea.  

Es en los tribunales – además de en unas hipotéticas elecciones que esta banda se empeñará en prorrogar todo lo que pueda - donde de verdad se está librando la batalla por la Constitución, la libertad e igualdad de todos los españoles ante la Ley. 

Si los jueces son firmes, resisten y no se dejan amedrentar, en poco tiempo es posible que veamos a algunos de lo que hoy ocupan puestos relevantes sentados ante un tribunal y, seguramente, condenados.