EXASPERACIÓN Y ALARMA SOCIAL.

Con el Gran Felón se inauguró una legislatura especial y única, donde la mentira tiene carta de naturaleza, la excepción es la verdad, y la desinformación continuada la regla.

Artimañas, tretas y amaños que hacen juego, cómo no, con las vilezas y traiciones jamás vistas. 

Somos blanco de las mentiras y artificios del peor tahúr. Un fullero carente de escrúpulos en la más enrevesada partida de póquer que se haya visto, donde desinformación y propaganda forman un binomio inseparable. 

Sin embargo, no se le puede negar un gran “mérito”. Ha sabido despertar de forma unánime los sentimientos de desprecio y exasperación en gran parte de la ciudadanía por esa actitud de prepotencia cínica, chulesca y descarada que le caracterizan, y con que se presenta cada vez que tiene ocasión. 

Ademanes y manifestaciones revestidos unas veces de victimismo, y otras de un buenismo de cartón piedra. 

Sin embargo, el tirano – y estamos ante uno de pura cepa - nunca es consciente del todo del rechazo que provoca en el pueblo y, aunque éste se lo demuestre cada vez que tiene ocasión, vive en una torre de marfil donde, los que le rodean, que no se cansan de sacar tajada de su posición, lo esconden con sus lisonjas, adulaciones, cobas y embelecos. 

Hay dos sucesos claros y diáfanos que nos presentan la doblez, falsedad y crueldad de este individuo, cuando de ideología o de hundir al oponente político se trata.

Lo vimos negando la terrible pandemia que más tarde se llevó por delante la vida de más de ciento veinte mil ciudadanos, no queriendo cancelar la celebración del día de la mujer de aquel nefasto 8 de marzo de 2020. Tal manifestación tenía que celebrarse, cayera quien cayera. Ideología sin corazón ni visos de humanidad.

El mismo patrón de conducta siguió tras la tragedia de la Dana. Una catástrofe grave y excepcional donde de nuevo este desgobierno ha vuelto a mostrar su misma falta de escrúpulos e inclemencia para seguir en el poder. 

La estrategia ha sido, primero, transferir las responsabilidades a un apocado e inoperante adversario político, el presidente de la comunidad autónoma.

Segundo, esquivar su deber de declarar el Estado de Alarma, aunque ello significara pérdida de vidas y sufrimiento ilimitado en forma y tiempo a miles de ciudadanos. 

De igual forma ha primado el interés en destruir al adversario político que, para este psicópata se convierte ipso facto en enemigo, anteponiéndose a los derechos ciudadanos. 

De nuevo la ideología cruel por delante de los intereses colectivos del pueblo.

De haberse hecho cargo el Estado, con todo su potencial y medios, la gran catástrofe se hubiera paliado de forma muchísimo más rápida y se hubiera suavizado de alguna manera. Algo que, a día de hoy, sigue demasiado lejos de solucionarse.

Tres son los puntos que llevan a pensar que la situación seguirá con la misma tónica mientras no se resuelvan: 

Primero; los asuntos de un TC adulterado profundamente que obra a las órdenes de este desgobierno, y que procede como si fuera uno de apelación. Actuaciones que modifican su función y exceden sus facultades, invadiendo así las competencias del Supremo. 

El ejemplo más reciente lo tenemos en la anulación de las sentencias de los ERES. Un indulto al mayor robo de todos los tiempos cometida por políticos del PSOE.

¿Anulará también la próxima sentencia contra Álvaro García Ortiz y demás procesos actuales en marcha, si sus protagonistas son condenados? Veremos.

Seguramente, ése es el motivo por el que observamos hoy la arrogancia y bravuconería en las manifestaciones de muchos que están encausados, o en un futuro podrán estarlo.

Segundo; las actuaciones parciales y serviles del fiscal general del Estado que, de hecho, se ha convertido en el fiscal general del desgobierno.

Su actitud, negándose a contestar las preguntas del juez, es más propia de un delincuente que no colabora con la Justicia, que la de un fiscal. 

Hemos pasado de las afirmaciones del ínclito Bolaños y del propio Gran Felón, que aseguraban solemnemente estar dispuestos a colaborar con la Justicia para explicar lo que, según ellos, no era nada, al mutismo más asombroso en cuanto son puestos ante un juez. 

Estos dos principales personajes – Conde Pumpido y Álvaro García Ortiz - son los verdaderos artífices de que se tambalee todo el árbol legislativo de nuestra Constitución y demás leyes, con lo que esto significa para el equilibrio de nuestra democracia. 

Todos, absolutamente todos los indicios actuales de los procesos en curso conducen al Gran Felón, artífice y piedra angular de intrigas, manejos, subvenciones y chanchullos que, usando La Moncloa como núcleo principal de chollos y canonjías varias, se realizaron desde el minuto uno en que este perturbado, ávido de poder y riquezas, se instaló como jefe del Ejecutivo.

Por tanto, veremos cómo continuarán las maniobras de obstaculización a la Justicia para tratar de frenar los casos de corrupción que cada día que pasa cercan más a todo el desgobierno. Agarrarse al poder como una sanguijuela y tratar de seguir manejando tribunales e instituciones, es la única estrategia que le queda. 

Que dos de las más altas magistraturas del Estado se retraten de esa manera, es para echarse a temblar porque ¿Qué podemos esperar el resto de ciudadanos? 

Tercero; padecemos una propaganda al más puro estilo de Joseph Goebbels. 

RTVE no iba a ser la excepción, sino el paradigma de hasta dónde se puede llegar en la parcialidad y en el uso descarado de las instituciones estatales en beneficio propio.

Es del todo imprescindible una reforma profunda y contundente de RTVE, convertida actualmente en un nido de fanáticos ultraizquierdistas que desinforman, insultan, ofenden y desprecian a sus oyentes, sin guardar la debida neutralidad, ya que es financiada con los impuestos de todos los españoles, convirtiéndose en el portavoz exclusivo, permanente y sectario de este desgobierno.

Una televisión que arrastra un déficit gigantesco y brutal, a pesar de contar con un presupuesto que, en 2024, fue de más de mil millones de €.

Dineral que se esfuma en contratos fastuosos, programas chabacanos y sectarios, que pocos ven, y que las más de las veces discurren entre autoalabanzas progubernamentales, aderezadas con procacidades, obscenidades sórdidas o fuera de lugar.

Todo, con el fin de mantenerse en el poder y seguir mangoneando a su gusto y placer un cúmulo de instituciones, convertidas en verdaderas letrinas donde se ahoga y muere nuestra democracia.

Por estos motivos y otros más cuya lista sería interminable, crece cada día con más fuerza la alarma social, trasformada en exasperación e indignación de una ciudadanía que ve, además, cómo el Gran Felón traiciona de forma continua y permanente al pueblo español, cede y se arrastra ante las peticiones y humillaciones constantes de golpistas y proetarras, por no hablar de esa sumisión inexplicablemente deshonrosa ante Marruecos.

Lo más grave de todo esto es que la situación tiende a agravarse, entre otras cosas por la renuncia al enfrentamiento dialéctico, duro y a cara de perro que, ante todo lo que soportamos, debería ser el santo y seña, y tarea principal de la oposición.

En el post anterior preguntaba ¿Dónde está la Oposición? Aunque parezca imposible la situación ha emporado por los dislates permanentes de este Ejecutivo que, además, no van a cesar. 

Tanto PP como VOX tienen el deber inexcusable de entenderse para canalizar y encauzar la exasperación ciudadana que es palpable en todos los ambientes. 

Manifestaciones que corresponden, ni más ni menos, a la exteriorización de una alarma social creciente que no encuentra caminos efectivos y adecuados para su solución.

Dejen de mirarse de reojo pensando que los votos les llegarán por hartazgo, o por lo mal que unos y otros lo hacen. 

Es hora de liderar e ilusionar estos sentimientos para que, en su momento, se trasladen a las urnas.