"DESAPARICIÓN O REFUNDACIÓN DEL PSOE".

¿SERÍA CONVENIENTE Y SALUDABLE PARA NUESTRA DEMOCRACIA QUE ESTE PARTIDO SE REFUNDARA O DESAPARECIERA DEL ENTRAMADO POLÍTICO ACTUAL? 

Pedro Sánchez se ha convertido en un peligroso oligarca en el que priman, sobre los intereses nacionales, sus ambiciones personales y las de sus allegados. Empleará cualquier método para perpetuarse en el poder.

Somos muchos los que vemos que el PSOE no sólo ha vuelto a sus orígenes anteriores a la guerra civil, sino que transita de nuevo por aquellos caminos que nos llevaron al desastre: hispanofobia, corrupción sistémica, totalitarismo, cristianofobia y desprecio total a la unidad de España.

Hay infinidad de detalles que hablan por sí solos, veamos sólo dos recientes: el lamentable asunto de las banderas boca abajo, sin que hubiera ni un gesto mínimo por parte de “Antonio” que mandara corregir tal agravio. 

El título que le endosaron de presidente de la República Española recientemente en Colombia, ante el que el fantoche sonreía estúpida y engreídamente.

                                                          

TOTALITARISMO, CORRUPCIÓN ABSOLUTA GENERALIZADA, UN DESPRECIO PROFUNDO A LOS ESPAÑOLES Y, SIEMPRE, A LAS ÓRDENES DE INTERESES AJENOS. 

Durante la II República apostó decididamente por seguir las órdenes de la URSS de Stalin.

Estas palabras de Largo Caballero son especialmente clarificadoras: “Tenemos que luchar como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución”.

Hoy, obedece ciegamente al globalismo esclavizador.

Recapitulemos: tras más de treinta años de silencio en el franquismo y, durante la Transición financiado por la socialdemocracia alemana de Willy Brandt, más la colaboración inestimable de la CIA y tras varias derrotas seguidas, accedió al poder después de una conmoción: el 23-F.

Posteriormente y tras catorce años, José María Aznar gana las elecciones en 1996. Los ocho años de mandato del PP permitieron una recuperación social y económica espectaculares. Sin embargo, una perturbación luctuosa, grave, y que tiene mucho que ver con nuestra situación actual, alteró gravemente a la sociedad española días antes de la cita con las urnas: los atentados del 11-M.

Después del primer shock, seguido de unas horas confusas donde todo tipo de noticias confunden a la opinión pública, las sedes del PP son cercadas y sus militantes perseguidos.

Rubalcaba, en una maniobra absolutamente antidemocrática, demagógica, despreciable - en la jornada de reflexión - en TVE, y con una irresponsabilidad absolutamente maquiavélica, manifiesta: “los españoles no merecen un gobierno que les mienta”.  

La pregunta sin embargo, es de ida y vuelta: ¿ahora, sí lo merecemos?

Ese acto, canallesco en sí, muestra una actitud clarísimamente despótica de desprecio a las leyes, saltándose cualquier norma cuando se trata de ganar, hollando de modo vil cualquier regla, algo que en el PSOE es histórico desde su fundación.

Y, vemos de nuevo al PSOE acceder al poder tras otra alteración gravísima de la convivencia ciudadana, seguramente la más severa de nuestra historia democrática reciente.

Llega ZP, qué decir de la perniciosa y desastrosa gestión de este maligno personaje que, a día de hoy, lo vemos al servicio de lo peor de las oligarquías comunistas hispanoamericanas.

Tras dos mandatos desastrosos y en noviembre de 2011, Rajoy, prácticamente sin mover un dedo, gana por mayoría absoluta. 

Se equilibra algo el desastre económico anterior pero, libera a Bolinaga. 

Y también muy grave: no anuló ni una sola de las leyes ideológicas del lesivo ZP.

Tras Rajoy y, como consecuencia de una moción de censura, donde se aludía a la corrupción del PP con una morcilla intolerable del juez De Prada, el protervo “Antonio” gana la moción.

¿HAN CONTADO YA LAS VECES QUE EL PSOE HA ACCEDIDO AL PODER TRAS “LLAMATIVOS” INCIDENTES? 

 

Está claro que en una democracia deben de existir partidos de izquierdas para equilibrar las opciones de todos los españoles y, que, cualquier idea democrática disponga de sus cauces de libertad de expresión.

El partido necesario que pueda colaborar a enderezar y superar la situación actual, más el desastre absoluto en el que, a no tardar nos sumiremos, está claro que no es el PSOE, con una corrupción institucionalizada y persistente que ha colonizado las instituciones y trata, desesperadamente, de ocupar el Poder Judicial; en contra siempre de la nación española, de sus ciudadanos y de sus intereses. 

La izquierda necesita refundarse y ser liderada por una formación que, sin perder sus opciones ideológicas, se asemeje y esté en consonancia con el resto de partidos de izquierdas europeos, celosos de la unidad de su nación, de sus intereses, y que jamás ponen en entredicho ni en tela de juicio su soberanía y unidad territorial, ya que, son la base de cualquier estado moderno. 

España no puede ser la excepción de Europa, ni puede convertirse en la extinta Yugoslavia, que es hacia donde vamos si este desastroso Ejecutivo no es arrojado fuera del poder por las urnas y, tras ese resultado que se presume catastrófico, por mucho que Tezanos se empeñe en hacernos creer lo contrario, se imponga entre sus miembros una reflexión profunda y sincera de cuál es el camino que quieren seguir.