Tiene gracia que el que presumía de no poder dormir si un día pactaba con podemitas, nos haya trasladado ese pretendido insomnio a una parte nada despreciable de la sociedad española.
Ese insomnio, viscoso y pesado, está motivado por la acumulación continua de mentiras, traiciones, desaires a lo más sagrado de la nación y a decisiones ruinosas económicamente que, como lluvia fina en temporal, empapa, hunde y ancla a todas las instituciones españolas, dejándolas inservibles y desprovistas de la esencia principal para las que fueron creadas; quedando además, a las órdenes y desvaríos planificados de una turba de parásitos oportunistas sin ética ni moral y, en la mayor parte de las veces, sin la formación necesaria para desempeñar las funciones de los ministerios o secretarías de Estado que se les encomiendan.
Instituciones que, una vez tocadas por la hez política gobernante, quedan vanas y hueras por la ideologización radical de una izquierda guerracivilista y rencorosa
que no admite su responsabilidad absoluta en la guerra civil y que además perdió.
Una de las principales estrategias es la de quedar siempre a salvo de tener que rendir cuentas pues, una vez asaltados los tribunales principales, con la Fiscalía como trinchera permanente a esos desmanes, es fácil esquivar cualquier demanda, denuncia o acusación.
Todo eso unido a tener en sus propias manos una prensa sometida, comprada y desprestigiada, y a unos sindicatos que se van de vacaciones ahora para coger fuerzas e impulso para, en un momento dado y en cuanto la derecha se haga cargo del vehículo averiado y renqueante que es ahora mismo España, salir en algaradas y huelgas generales, a las órdenes de los caprichos destructivos de estos menesterosos mentales que en muy poco tiempo, han conseguido mandarnos y mantenernos en la ruina más espantosa.
Un caos económico que en otoño emergerá en toda su crudeza.
Ahora, para ocultar la situación económica y energética, sumamente precaria que padecemos, se distrae a la opinión pública con todo tipo de añagazas. Lo mismo valen los incendios, el Covid, la viruela del mono o los presagios más variopintos. Trucos de prestidigitador.
Y, aunque de “Antonio” es difícil tener ya una sorpresa, siempre queda el momento en que remata con esa postura entre cínico y fullero, que te vende la mula ciega sin pestañear.
El ejemplo más vergonzante y chulesco, fue la fotografía en la que se contemplaba tras él, un paisaje ceniciento y oscurecido de unos montes arrasados como si hubieran sido bombardeados con napalm; bien, pues ante ese cuadro desesperanzador, inquietante y penoso, causado por la voracidad de las llamas, el Fake monclovita decía sin pestañear que el cambio climático mataba.
Ninguna solución, ningún mensaje de esperanza, ni una brizna de empatía para los atribulados pobladores de una comarca yerma y devastada por el fuego.
Sólo ideología, sólo la canallada de culpar de lo ocurrido a cualquier cosa y, cómo no, al cambio climático, cantinela que lo mismo les vale para un roto que para un descosido.
Todo eslóganes, mantras progres sin credibilidad alguna, y cuestionados por científicos serios que escapan y ponen en tela de juicio a la nueva religión de los calentólogos.
Da igual que sea escrita o digital, haciendo apología del desgobierno, haga lo que éste haga o pase lo que pase.
Siempre una disculpa a mano, siempre un argumento exculpatorio, aunque sea estúpido o no venga a cuento.
Pero eso no es todo, siguen llenando el espacio político de nieblas y cortinas de humo que esparcen en incensarios,
movidos por la codicia del incapaz, por la adulación del rastrero que se sabe inservible y baldío, y por la envidia del impotente, que así puede escalar un lugar un poco más relevante en la cohorte de necios, vanos, parásitos y alfombrillas humanas, que vemos diariamente en emisoras de radio, tv y prensa.
El pueblo español, al principio sorprendido por estas maniobras, luego incrédulo y, ahora en buena parte alarmado, es hoy como una masa fofa que trata de mantener su ritmo en una cinta de correr y, que, por mucho que acelere el paso, por mucho que se empeñe en mantener una cadencia adecuada, le es imposible avanzar, con lo que el desplome de las fuerzas y el agotamiento llegan tarde o temprano, instante en que es expulsado de la misma y arrojado al olvido.
Se ha pasado del asombro al descontento, de éste al enfado e irritación continuos y, sin pérdida de continuidad, al insomnio recurrente y crónico.
Hoy, se han encendido y están sonando alarmas de todas las clases: Banco de España, U.E., antiguo INE - ahora colonizado, porque al desgobierno y a la ministra Calviño le han incomodado las últimas encuestas y avisos del pozo en el que ya estamos hundidos - , las mismas que tratan de nublar y silenciar, con los trucos a los que ya nos tienen acostumbrados, los componentes de este maldito Consejo de Ministros, donde la división y la inquina entre sus miembros es permanente.
Por mucho mohín que finjan, por mucho desaire que teatralicen, por mucha cara larga que muestren ninguno dimitirá, es demasiado el chollo y las canonjías de las que disfrutan para lo que les aguarda en cuanto haya elecciones libres y sin pucherazo.
No, no dimitirá ningún podemita, ningún separatista y ningún golpista pondrá en un brete a este ejecutivo, han encontrado una bicoca como jamás podrían haber imaginado.
Estos truhanes de la política, duchos en la martingala y el engaño, tienen aún recursos suficientes para distraer a gran parte de la ciudadanía, sin embargo, ya se han cubierto etapas claves y la fruta no es que esté madura, está podrida.
En cuanto llegue setiembre, si antes no ocurre un desastre mayúsculo, que no hay el porqué descartar, y, cuando veraneantes y no veraneantes, volvamos a las tareas cotidianas, la sensación será de total desbarajuste, además de insoportable, por la subida permanente de los precios.
Estemos preparados para padecer de nuevo un aluvión de Reales Decretos y Leyes que nos sigan recortando las libertades. Seguiremos perdiendo derechos. Poca esperanza queda con la entrega del Tribunal Constitucional y con el CGPJ a una mayoría - paradojas de la vida – que se autodefine como “progresista”.
A todo esto Feijoo no atina a pulsar el botón correcto ¿Ha sido una premonición, un “error”, una martingala más de estos políticos que nos inquietan y amargan?
El tiempo lo dirá.
Comentarios
Así las cosas, amigo don José, he optado por la única aptitud que puedo permitirme, ya que los acontecimientos históricos internacionales amparan mucho más a este tipo de gusarapos de figura humana que a las personas. Y hasta utiliza sus muy poderosos canales de propaganda para intentar vendernos esas mulas ciegas, según define muy bien usted, como si fueran profetas venidos a este mundo para salvarnos (!) Usted, yo y bastantes más, sabemos que no deja de ser una mentira estúpida por muchas supuestas mayorías que arrastren. También sabemos que esas mayorías se quedan en nada en cuanto cambia la dirección del viento; exactamente igual que cambió la mayoría en Jerusalén en aquella ocasión en la que una muchedumbre quiso hacer Rey a Jesús y al siguiente viernes pidió y obtuvo su cricifixión. Así es el pueblo en el que esta basura se apoya y este será el pago que reciban a un plazo no muy largo. Plazo que quizá la vida no me permita verlo, pero le aseguro que no me quitará la certeza del cumplimiento de lo que digo.
Un último apunte para no ser pesado: ¡El pueblo! ¡Qué hermoso nombre! Tras ese nombre se han amparado los mayores éxitos y las peores abyecciones de la Historia. Necesitamos líderes de talla y con visión de la Historia, en lugar de imbéciles miopes como Lenin, Stalin, Kruschev, Mao, Pol Pot, etc., por no hablar de los payasescos narcotraficantes centro y sudamericanos actuales. Ni la edad ni las circunstancias me permiten ponerme a pegar tiros, así que confío en que Dios se haga cargo de las riendas de la Historia y devuelva las aguas a su cauce. Además, si nos ponemos a matarnos unos a otros estaremos haciéndole el juego a estos sacos de basura con patas.
Muchas gracias y reciba un fuerte abrazo.
Parece que su efecto no es suficiente para movilizar a la sociedad a nivel de masa. Habrá que esperar que aparezca el estímulo dinamizador apropiado. Uno de los más potentes es el desplome económico. Ya evidente, pero desconocemos su dintel dinamizador. Ya cuidan muy mucho las dádivas y prebendas. Todo se andará.
Hay otros asuntos claves, como la deriva europea, el globalismo, la engañosa agenda 2030, la OMS, el desastre americano, el cambio climático, las locuras de Greta y por finalizar el pastel religioso. Dejando al lado el asunto del sexo y género.
Son demaseados asuntos que exceden con mucho la capacidad y sabiduría de nuestra sociedad.
Para poder analizar un problema es necesario centrar la atención de manera definida, con todos estos "embrollos " tan complejos, sólo puede arrancar una sociedad cuando la tecla sea valorada como decisiva a nivel VITAL. Parece que el descalabro económico aún no alcanza la masa crítica.
Habrá que esperar cualquier otro elemento aleatorio que puede surgir. Ya hay en la redes grupos y personas con los niveles altos de adrenalina.
No desfallecer.mantenerse despiertos.
Un abrazo. Antonio, el otro.
El insomne, por llamarle de una forma poco ofensiva, no lo ha sido nunca ni lo será. Esa frase la dijo para quedar bien antes sus votantes; para justificar repetir elecciones, pues pensaba que iba a sacar más escaños de los que obtuvo; para parecer que no era tan comunista como en realidad se ha demostrado ser. Y sí, digo comunista porque, a mi modo de ver, Sánchez es más comunista que Iglesias y toda su cuadrilla de inútiles apesebrados.
Respecto al incendio de Mongragüe, lo siento pero me llama. Mi pueblo natal está a escasos 30km de allí; tengo amigas que viven en Navalmoral de la Mata, muy cerca de donde se produjo el incendio y, el cabreo que tenemos no se puede describir. Mi padre era ganadero y siempre le he escuchado decir que los incendios se previenen en invierno, permitiendo a los ganaderos llevar a sus rebaños de cabras u ovejas a pastar en el monte. Eran los que mejor lo limpiaban. Pero ahora, los ecologistas de salón, de las grandes ciudades, que no han visto un monte más que en fotos, van a esas personas que llevan toda la vida en el campo a decirles cómo deben cuidarlo. Surrealista e inútil. No tienen idea y, con sus políticas de ecologismo de despacho, están permitiendo lo que está sucediendo. Esos incendios no sin por ello cambio climático, la culpa es de esas políticas inútiles además de por los desalmados que provocan algunos por razones que no voy a explicar.
Un saludo.
He formado a muchos Alumnos para presentarse a Oposiciones y la materia que me asignaron era la que se consideraba más “ladrillo” de todas en el temario, la Legislación. Curiosamente, detectaba un alto nivel de asistencia porque los Alumnos decían algo así como “En una Oposición marca la diferencia la Legislación”; y yo creyéndome que ese alto índice de audiencia era por mis dotes como Profesor (acabo de hacer un “Antonio”). Pues bien, al hilo de todo esto, yo comenzaba mis clases diciendo que “en un País Democrático que se precie existen tres Poderes independientes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial”…; primera carcajada generalizada de los Alumnos, todos ellos universitarios, dicho sea de paso. Entrar en un debate sobre esto era perder toda una mañana o una tarde, y no podía permitirme ese lujo.
A día de hoy, mientras el Poder Ejecutivo y Legislativo sigan “colocando”, “dirigiendo” y eligiendo al Poder Judicial, difícilmente seremos un “País Democrático que se precie”. Mientras el Poder Legislativo no cambie o, incluso, retire al Poder Ejecutivo la capacidad de indultar a quien le venga en gana, no seremos del todo “independientes judicialmente” y la Ley no será igual para todos. Mientras el Gobierno de un País Democrático permita o no impida que un Gobierno Regional dicte un Decreto con un nuevo "marco legal” que impide que se ejecute la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que impone un 25% de castellano en las escuelas (que ya me parece poco ese 25%), seguiremos siendo desiguales.
No quiero ser agorero pero las premisas de las que dispone nuestro “Poder Político” difícilmente serán cambiadas y, aún más, serán “corregidas”, si cabe, para su beneficio de “intocabilidad”.
Un cordial saludo.